Como este fin de semana es Carnaval, primero había pensado en ir a alguna fiesta en Viena. Sin embargo la tía abuela de Christoph está en las últimas y hemos tenido que viajar al Tirol ayer por la tarde.
No os voy a mentir: no me sentía preparada para repetir el proceso hospital + velatorio + funeral. Pero ha resultado que nadie esperaba nada de mí y como la señora está casi siempre dormida y no reconoce a nadie cuando no lo está, ni siquiera ha sido necesario que fuera más allá de la cafetería que hay a la entrada del hospital.
Es curioso como la gente tiene distintas formas de afrontar este tipo de situaciones. Hasta ahora, no he visto a nadie llorar.
A las 7:30 de la mañana ya hace este solano. Aquí no existe el concepto "persiana" o "contraventana". |
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