En el rellano tenemos como vecinos a una pareja de ancianos. Creo que a veces se sienten un poco solos porque ya no tienen tanta energía como para hacer muchas actividades fuera, por lo que parece que les gusta recibir visitas.
La segunda noche que estuve aquí me invitaron a cenar. Hoy les he llamado al timbre para ver qué tal estaban y me han invitado a tomar un café con un trozo de pastel. Creo que les ha alegrado mucho tenerme una hora revoloteando por su casa y parecían muy motivamos corrigiendo mi alemán.
Cabe destacar que como aquí el agua del grifo no sabe a cloro y la leche sabe a leche de verdad, un café de la Nespresso de aquí está a años luz del que tomo en casa. Y es que puede que la fruta y las hortalizas aquí sean carísimas y sepan sólo a agua, pero hay que admitir que en lácteos nos dan veinte vueltas.
Y en pasteles, claro.
Yo creo que os beneficiais mutuamente de estas visitas, ellos tienen una chiquilla a la que corregir su alemán, que les hace compañía y les da vidilla. Y tú tienes unas personas mayores que te miman, te invitan a pasteles y a cafés buenísimos y te tratan como a una "nieta". Disfrútalo.
ResponderEliminarBesos de tu mami