jueves, 10 de abril de 2014

Copenhague

Cruzando el estrecho de Oresund en coche
Hoy he tenido un día muy intenso visitando la capital danesa, que ha comenzado por preguntarme por qué es ilegal matar adolescentes a sangre fría tras despertarme tres veces a lo largo de la noche por su culpa. (¿No duermen? ¿Cómo es posible que armen jaleo de día y de noche?)

Una torre bastante importante, aunque todavía no
sé por qué.
Tras un paseo por el centro, hemos ido al Museo Nacional. He de comentar a todos los que se planteen visitar esta ciudad que vale mucho la pena. Es un museo enorme, donde aprendes historia y cultura sobre Dinamarca desde la edad de bronce hasta ahora. ¡Y hasta tiene una exposición de juguetes! Me ha encantado. ¿Lo mejor de todo? Es totalmente gratuito.

Mi iglesia favorita. Dicen que el arquitecto se
suicidó desde lo alto de la torre porque la espiral
debía ir hacia el otro sentido.
Como comentario añadiré que la exposición temporal que había era sobre Japón. Había cientos de fotos y objetos pertenecientes al país del sol naciente y podías hacerte fotos con ropa de allí y purikuras gratis.

Purikura power

Después del museo hemos quedado con Marc, un amigo mío que vino de Erasmus a Barcelona hace un año y medio y que íbamos juntos en una asignatura. Nos llevó a comer cosas tradicionales en un restaurante que pasa totalmente desapercibido para quien no sepa que está allí. 

Reencuentro maravilloso
Por si fuera poco, ha venido con nosotros a hacer un tour en ferry por la ciudad y nos ha enseñado Christiania.

Uno de los edificios más estrechos del mundo.

Vistas desde el canal.
 Christiania es uno de los lugares más pintorescos en los que he estado. En los años 70 unos padres derribaron la valla que rodeaba una zona militar abandonada para que sus hijos pudieran jugar allí. La cosa fue mutando y al final se ha convertido en una ciudad semi-autogobernada. Ahora hay unas 900 personas viviendo allí sin pagar apenas impuestos y bajo sus propias reglas (por ejemplo, no puedes hacer ninguna foto ni correr, pero sí comprar drogas y fumar porros sentado en una terraza). Todo es bastante hippie y hay conciertos de grupos indies muy a menudo. Muchas casas son auto-construídas y también están ocupados los antiguos edificios militares. Puedes comprar "acciones" de la ciudad libremente aunque seas extranjero, pero no puedes venderlas a de manera individual.

Bienvenido a la República Independiente de tu Barrio.
Sólamente hice una foto de una de las entradas porque no me apetecía que algún tarado me robara mi smartphone, yo me pusiera como una loca, las bandas de drogas se pusieran nerviosos y al final terminaramos lamentando alguna desgracia. Sin embargo podéis haceros una idea mejor visitando la galería de su página web.

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