domingo, 6 de abril de 2014

Öland

Seguimos nuestra ruta por Suecia y ayer estuvimos visitando la isla de Öland. A diferencia de Gotland, es muy plana (creo que no había ni una sóla colina) y más estrecha y alargada. Creo que tienen una leyenda donde dice que en realidad era una mariposa gigante que perdió sus alas durante una tormenta, cayó al mar y su cuerpo se convirtió en isla. Básicamente ayer estuve caminando sobre el cadaver de un monstruo. 

Desde tierra firme se puede llegar por mar o por un puente en el
que no se paga peaje.

Como siempre, no hay nadie.
 En esta isla no hay nada. Puedes pescar, cazar, pasear, ver desde fuera la segunda residencia de la monarquía sueca que estás pagando con impuestos desorbitados y observar pájaros. Porque ésta es otra: a los suecos les encanta el avistamiento de aves. No había nadie en ningún lugar, salvo en los que había pájaros. Ahí veías 30 coches aparcados y gente con prismáticos vestidos con tonos de camuflaje. 

  
Haciendo cosas de suecos: subirse a una torreta
de madera para ver pájaros.
Y por primera vez en todo el viaje he visto restos vikingos. Hasta ahora, todo era moderno. Sin embargo en esta isla había un poema dedicado a un rey muerto inscrito en una piedra y muchos cementerios de la edad de hierro y de bronce. 

Primera cosa vikinga del viaje.

Reconstrucción de un poblado amurallado.

Como era temporada baja, no había nadie que nos cobrara entrada.

Castillo perdido a manos de los daneses, como siempre. Los suecos
eran bastante losers, no paraban de recibir tanto de los piratas como
de los países vecinos.

Lo que más me ha llamado la atención es que hay unas 2000 personas censadas en esa isla. También hay 2000 molinos de viento. Me pregunto si cada persona tendrá su propio molino como si fuera un teléfono móvil.

Tumbas de la edad de hierro con molino de viento al fondo.

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