viernes, 4 de abril de 2014

Un día en Gotland


Si, en Suecia también hay molinos de viento.

 Tirando hacia de Suecia hay una isla de granito llamada Gotland. Hemos pasado un día allí y he de admitir que nunca he estado en un sitio tan tranquilo teniendo en cuenta que su principal actividad económica es el turismo. 

Había varias casas de madera. Me pregunto si pasan frío en invierno.

Visby, la capital de Gotland.
 Los paseos y excursiones sin encontrarnos a nadie jamás le dan un toque muy romántico a nuestro viaje. Sin embargo no deja de ser muy desconcertante los sentimientos que me provoca el mar de aquí. Yo asocio la costa a verano, vacaciones, gente correteando y gritando, olor a protector solar, arena o piedras calentadas por el sol, alegría y relax. Pero aquí, a pesar del olor a sal, las gaviotas y la brisa marina… 

Antes eran muy prósperos, pero los daneses les
saquearon varias veces y abandonaron algunas iglesias.

A la falta de seres humanos hay que añadir una docena de
monasterios e iglesias abandonados hace algunos siglos.
A pesar de ser neutrales en ambas guerras mundiales, tenían
trincheras con hombres apostados "por si las moscas". Creo que
la verja de alambre no la han cambiado desde hace cien años.
 1- hace mucho frío. Aunque los suecos están tomando helados al sol la mar de felices, mínimas negativas y máximas de 8 grados no es primavera para mí.

Punto positivo: el bosque llega hasta el mar en casi toda la isla.
 2- no hay olas. No esperaba que fuera como en el Atlántico, pero sí algo similar al Mediterráneo. Parece un lago en vez del mar.

La isla se caracteriza por tener varias rocas de este tipo en lo
alto de sus acantilados o en la playa.
 3- miras al horizonte y no hay nada ni nadie. Ni gente bañándose, ni cerca del agua siquiera. Nadie pesca y no hay barcos, y dudo mucho que aquí haya alguno de los típicos veleros que siempre surcan el Mediterráneo. 

Playa, un pueblo, una cala, kilómetros de costa... y ni un sólo
ser vivo a la vista más allá de los cisnes y alguna gaviota.
4- hay muchos cisnes en el mar. No sabía que estas aves fueran marinas. De hecho, nunca me había preguntado cuál era su hábitat natural fuera de los parques.

Había tantos que si llegan a ponerse de acuerdo y nos atacan
no llegamos a contarlo.
 5- diría que el mar tiene un tono más grisáceo, aun cuando hace sol. No creo que esté lleno de porquería, tal vez es por temas de densidad o de profundidad, no lo sé. Pero tiene un toque muy nostálgico y creo que no me apetecería nada bañarme aunque hiciera calor.

No dan ganas de bañarse, ¿verdad?
 

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