sábado, 22 de marzo de 2014

Viernes con sabor a cardamomo

En Viena sólo tengo una amiga. Me llevo bien con mucha gente, puedo salir con los amigos de Christoph... Pero la única persona con quien puedo compartir confidencias y hacer cosas juntas es Dipika, una chica de la India.

Ayer por la tarde me invitó a su casa a tomar té chai. Se ve que es un té dulce, con cardamomo, un poco de leche y una cantidad de azúcar como para que parezca un jarabe. Me ha sorprendido porque en realidad ni siquiera parecía que estaba tomando té. Si queréis saber cómo se prepara el té al estilo hindú podéis pinchar este enlace.

Pero lo divertido de la tarde fue cuando empezó a enseñarme toda la ropa y joyas que ha traído de su país y me ha dejado vestirme como una chica de allí.

Esta prenda se llama "sari" y en función de la zona, el tipo de evento u otras circunstancias se lleva de manera diferente o es más o menos sencillo.

Lo que me ha sorprendido es que no lleva ningún tipo de imperdible, botón o "enganche" de cualquier tipo. Se trata simplemente de un top liso por delante y adornado por detrás, una falda de algodón que se ajusta con un cordón tipo forro, y una pieza de tela de metro y pico de ancho por seis de largo que va enrollada. 

Primero das toda una vuelta al rededor de la falda
y después haces pliegues por la parte de delante
hasta que te queda un último trozo de tela que te
pasas por el hombro.
En realidad pesa bastante, es incómodo y al no estar acostumbrada te sientes como si fueras a caerte en cualquier momento.

Es bastante común que además de los bordados
tengan adornos que cuelgan en la espalda.
También me puse un "bindi", que es el punto rojo en la frente (con un brillantito para darle más glamour al outfit) y tradicionalmente sólo lo llevan las mujeres casadas. Yo no estoy casada, pero tampoco soy de la India y bien que me puse la ropa.

Llevar la tela sobrante colgada al hombro es
un estilo más de "cada día" al ser más práctico
y ofrecer más movilidad.

Dipika me confesó que en Europa no se pone esta ropa porque le da corte que la gente se le quede mirando por la calle. Con los vestidos tan bonitos que tiene me sorprende que los tenga en un armario. Le he dicho "a mí no me da vergüenza que me miren, voy contigo a fiestas indias con sari". Se ha echado a reir y ha dicho que vale, en ese caso puede que se vuelva a poner el vestido tradicional.

Me encanta el hecho de que puedes llevar toda la
bisutería que se te pase por la imaginación sin
parecer un abeto de Navidad.

Este estilo no me gustó nada, me sentía como
una musulmana.

Cuando Dipika le ha enseñado las fotos a su familia por internet, todo el mundo ha dicho que voy vestida como una auténtica hindú y que me favorece mucho. Pensaba que a lo mejor no les gustaría que una occidental lleve ropa de seda hecha a mano en su país porque tienen una cultura muy tradicional. Pero creo que pesa más el hecho de que quieran ver a su niña vestida así otra vez.
Es muy tradicional y típico de fiestas llevar el sari
tapándote todo el brazo izquierdo.

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